Como cada año, los ángeles se asoman en el puente de la Inmaculada, para besar las benditas manos de su Madre, La Virgen de los ángeles. Pues sí, como cada año bajo del camerín para vernos desde "nuestra altura" y decirnos con la mirada todo el amor que nos da, aunque nosotros ya lo sabemos. La Virgen de los Ángeles, lució un tocado espectacular, el manto de "las olas", como le llamo cariñosamente, y su corona de Jueves Santo. La capilla estuvo todo momento llena de devotos y de hermanos. Cabe destacar, al final de la jornada, la Salve que le cantamos los que nos encontrabamos alli, muy solenmemente, y a solas con Ella, nos despedimos para que vuelva a subir con los ángeles......asta el año que viene Madre.